lunes, 31 de enero de 2011

Ñoñeria



El día de hoy, me visito una amiga; ella esta empezando un matrimonio. Cuando dio el aviso de la visita a mi casa, a su marido; la tragedia inundo la casa de ellos. Algo inesperado paso, se presentaron los celos. Sobra decir que entre ella y yo, siempre ha habido una relación de amigos, o más bien; ahora con todo lo que hemos vivido, diría de "hermanos". A veces tenemos una idea muy torcida de lo que debe ser el amor. Fidelidad absoluta, o dejar todo el pasado que llevamos; y sólo por el hecho de que estamos ahora con alguien. Pero, ¿De donde viene esa idea?



El amor que conocemos viene de Provenza en el Siglo XI de la mano de nobles que solo querían vivir la experiencia intelectual y emocional del amor cortes. Sin deseo y sin compromiso. Sólo lo intelectual. Y es donde el amor se hizo paradigma. Un amor deseable, algo que hay que vivir. Pero no batallarlo, y menos sufrirlo; o madurarlo.



El esposo de mi amiga, le reclamaba que ella estaba viviendo su vida sin él. Pero en realidad, ¿debemos vivir así el amor? El deseo de estar con alguien mas, debe ser ganado. Se debe poder vivir el espacio para valorar lo que tenemos. El deseo no se puede generar por mirar a los ojos o por cenas con velitas. Y quizá sí haya pócimas de amor, pero ni son materiales ni nadie sabe como llegar a ellas. Solo se sabe que el deseo esta vinculado a lo corpóraneo.



Según entendí la máxima preocupación de él, es que ella pudiera vivir una fantasía con alguien más. Y por fantasía me refiero, a que ella pensara en otra persona que no fuera él. Ni hablar de algo más. Divorcio y suicidio seguro. Pero, ¿quien no fantasea con alguien más? Podemos fantasear con terceros, sí aceptamos que nunca será posible acercarnos a ellos. Fantasía del mundo mental. Pero el deseo no es fantástico, pide realidad. En el compromiso sólo quedan dos caminos para tratar el deseo. O tiramos la casa por la ventana o reprimimos todo. Hay que consentir a la pareja, para que no tener que estar preocupados por lo que pudiera pasar.



Sólo por hoy, quiero entender que no podemos ser dueños de las fantasías de nadie. Estamos compartiendo un camino: el de la vida. Y solo podemos tomarnos de las manos. El amor es como el cristal: es bello en las formas caprichosas que forma: además; ilumina, adorna, provoca admiración. Pero si presionamos mucho el cristal que sostenemos en la mano, lo único que lograremos es romperlo. Y esto hará que nos cortemos la mano. Sólo tu mismo serás el responsable del daño que te hiciste. Si tienes un amor trátalo como el cristal, si presionas demasiado lo quebraras, sostenlo finamente y disfruta lo que pueda haber en el. Y ¡Salud!


 
PD. Es una foto que encontre en internet, tiene un mensaje si acomodas las gomitas como indica las letras de colores. ¿Ñoño? tal vez, pero me gusto.
 
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