Gracias a Mamine hoy me doy cuenta de algunas cosas:
Hoy estoy aprendiendo a aceptar a las personas, aun cuando ellas me defrauden, aunque sean diferentes al ideal que yo me hice de ellas, y aun cuando me hieran con sus actos o sus palabras. Es dificil de aceptar a las personas como son; y no como yo quiero que sean. Es muy dificil pero estoy aprendiendo a Amar.
Estoy aprendiendo a escuchar, me cuesta mucho, mucho. Ahora quiero escuchar con los ojos, con los oidos, con el alma y con todos los sentidos. Quiero oir lo que dice el corazón, lo que dice una mirada triste, unas manos inquietas, una ceja ceñida. Quiero escuchar el mensaje, para descubrir la angustia guardada, la inseguirdad enmascarada, la soledad que se cubre con otros sentimientos. Quiero descubrir esto para penetrar en la sonrisa falsa, en una felicidad simulada, y en las adulaciones exageradas. Para descubrir el dolor que puede guardar un corazón, para decifrar el por que de las lagrimas que son derramadas. Poco a poco quiero y estoy aprendiendo a amar.
Ya estoy aprendiendo a perdonar, porque el amor perdona, limpia las heridas y borra las cicatrices que la incomprensión, la infidelidad, el engaño, la mentira, dejaron en mi corazón herido. El amor alivia la herida que dejaron los pensamientos dolorosos, y no cultiva las ofensas con piedadades y autocompasión. El amor perdona, da alivio y extingue el dolor del corazón.
Yo estoy aprendiendo a ver el alma de las personas y las posibilidades que Dios les dio. Yo estoy aprendiendo, aunque tropezando, yo estoy aprendiendo. Estoy aprendiendo a poner de lado mis propios dolores, mis intereses, mi ambicion y mi orgullo, cuando estos impiden el bienestar y la felicidad de alguien.
¡Pero como es lento de aprender! y ¡Como es dificil el amar! Aun así estoy aprendiendo a AMAR:
¿Y tu sabes amar?
Gracias Mamine, te quiero.
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